Dormitar
12/10/2021 /
En mi silencio se puede oír al pasado devorando lentamente al presente. Ese infinito silencio tiene aversión a lo pasajero, a un tiempo que se agrieta en monolíticos soliloquios sabiendo que todo lo que se esconde se acaba revelando. La fugaz conciencia, con esa dulce rabia sin esperanza, explora lo inadvertido, lo inevitable con su cristalino secreto de confesión, los insondables presentimientos, ese territorio sin limites, esa divergencia sin un fin o un comienzo, ese espacio infranqueable, ebrio de verdad, donde se extravían los sueños, donde ir buscando el camino hacia las respuestas.