Escritos,  Lecturas

Rebeldía

Te invito a luchar persiguiendo lo imposible. Te incito a la insurrección combatiendo todas las guerras, armando al amor, a la fraternidad, para juntos pelear, disparando al futuro con frágiles proyectiles de libertaria y disparatada imaginación. Atrincherados en la alegría iniciaremos la revuelta acallando, con total humildad, las bocas de muerte de todas las armas, abrazando nuevas banderas que no asfixien la esperanza.

Antes del combate, seremos osados alzando la voz un solo instante, para apagar el decadente murmullo de viejas luchas fratricidas, de maliciosos odios resentidos, de viejos y decrépitos totalitarismos en manos de caducos y trasnochados déspotas, de dictadores corruptos que tienen subyugada la igualdad.

Juntos liberaremos los incrédulos corazones del férreo peso opresor de esa falsa libertad en la que solo somos un mero instrumento del elitista capital. Los soldados se rebelaran y los cuarteles dejaran de ser absurdos teatros donde se ensaya disciplina marcial. Y aliados en un único objetivo, asediaremos con imprevisible osadía todas las absurdas contiendas, dialogando incansablemente en busca de esa ineludible conciliación entre el injusto perdedor oprimido y el inmoral triunfador avaricioso, creando un nuevo universo de concordia, donde habitará para siempre un presente, sin derrotados ni vencidos.

Sin grandes verdades ni emblemas, sin himnos que envejecen, sin héroes ni profetas, bajo el fuego amigo de la dignidad nos aliaremos compartiendo nuevos anhelos. Y con hambre de sabiduría y la apenada mirada de los vencidos, nos enfrentaremos en una pacifica lucha para derribar todos los inhumanos muros de racismo y de ciertos credos que separan. Con escuadrones de desheredados avanzaremos contra todas esas invisibles alambradas de intolerancia que coartan los sueños. Y sin dar tregua, seremos intrépidos, asaltaremos las cárceles mentales creadas por la falsa moral y los prejuicios para liberar a una paz moribunda.

Unidos en un solo corazón, seremos capaces de crear un holocausto de sueños de sincera fraternidad contra la opresión del cotidiano egoísmo inhumano. Tenderemos puentes para salvar los precipicios de la desigualdad. Saquearemos al azar, con insensata enemistad, mutilando todas las miserables injusticias. Incendiaremos las cosechas de odio, exiliaremos al egoísmo, profanaremos sin temor las tumbas de todas las justas derrotas, doblegaremos las mezquinas cadenas que aprisionan la libertad, y someteremos a todas esas enloquecidas atrocidades que hacen enmudecer los espontáneos cánticos de la utopía.

Y, sin arrepentimiento, abandonaremos al hambre y la miseria allí donde sufrirán presidio los acaparadores. Y aquellos que viven alimentados por la envidia, sembraran amplios campos de generosidad, borrando las fronteras entre ricos y pobres, sabios y torpes, enfermos y sanos.

Finalmente, nos batiremos en duelo contra la cobardía y, desfalleciendo en un último intento, nos rebelaremos contra el inconformismo…juntos, siempre unidos, siempre en la lucha, siempre al ataque, siempre sin esperanza en la victoria, siempre con un incansable ejército de eternos sueños galopando a nuestro lado.

[c] [y] Jorge Expósito

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *